lunes, 12 de octubre de 2020

Covid-19 y la desaparición de la clase “emprendedora”.

 From the Archive | Class struggle in Africa  : New Frame 

Con la crisis general del capitalismo agravándose paulatinamente en todo el mundo, acelerada particularmente por la aparición del Covid-19, el movimiento obrero en México tiene de frente nuevos desafíos, tanto en el ámbito de lo práctico como en la dimensión teórica, muchos de los cuales resultan nuevas actualizaciones de viejas desviaciones, propias de la ideología burguesa infiltrada en el cerebro de los oprimidos. Uno de estos desafíos corresponde a la discusión sobre el futuro de la pequeño burguesía y su papel en la dinámica de la lucha de clases.

En nuestro país, la clase asalariada aún conserva prejuicios burgueses con respecto al papel que desarrolla el pequeño propietario en la economía, le considera muchas veces “generador de empleos”, le contra pone la figura del “emprendedor” al gran burgués, dueño de algún monopolio y le relaciona con un agente positivo, necesario para la actividad económica y única competencia real de las grandes empresas y las transnacionales “malvadas”. Así, hoy, en medio de la contingencia, se deja embaucar con ideas emergidas de estos prejuicios, se prepara para “apoyarle” económica y políticamente y desvía la lucha por su emancipación a remedios temporales, al combate del gran capital desde el pequeño capital, a formas de intercambio del capitalismo prematuro o precapitalistas, es decir: al reforzamiento de su propia explotación y de todo el orden burgués establecido.

Naturalmente, un miembro de la clase oprimida, convencido hasta el hartazgo del fetiche del trabajo, de las ideas del emprendedurismo y la esperanza de escalar de su condición de clase a una favorecida, solo puede ver, frente a la barbarie “neoliberal” (aquí le diremos, capitalista), al mercado nacional y a la pequeña producción como redentora del proceso de acumulación del capital en monopolios y en una minoría ridículamente rica, y por supuesto, le presenta una oportunidad de remedio para las condiciones del sistema capitalista, para un viraje a formas menos depredadoras de su constitución.

Será necesario pues retomar la lucha contra este prejuicio aclarando cuál es el papel que tiene el pequeño empresario en la producción capitalista y su futuro en relación al desarrollo del capitalismo, desde el estudio científico de la economía política realizada por el marxismo-leninismo, en razón de favorecer el desarrollo de la conciencia política del proletariado y de su lucha por la transformación radical de toda la sociedad existente. Para este propósito habré de servirme de un fenómeno propio del sistema capitalista, denominado “proletarización”.

En el marxismo utilizamos el concepto de "proletarización" para referirnos al fenómeno de desaparición de la pequeño burguesía, de las clases "medias", de los pequeños comerciantes, en fin, de lo que se conoce comúnmente en la conciencia del proletariado como "empresario" "emprendedor" "pequeña y mediana empresa" etc...

La tendencia del capitalismo al monopolio, las herencias familiares de cientos de años y el juego político sucio de los grandes dueños de los medios de producción permiten la existencia de una clase por sobre todas las clases, de una gran burguesía, la de los grandes empresarios, banqueros y dueños de grandes sumas de capital, y, a pesar de ser una minoría ridícula, ejercen un poder contra el que poco pueden hacer los pequeños propietarios y comerciantes; el incremento de los precios de venta y renta de piso, así como de los impuestos varios a mercancías específicas o a sectores particulares de la producción, arremeten constantemente contra el pequeño "emprendedor" que, a diferencia de los grandes empresarios, asociados al narcotráfico y dueños de alguna facción de los partidos burgueses, no pueden evadir impuestos, lavar dinero, desviar recursos, aprovechar palancas, etc... de manera tan eficiente como los grandes dueños de la industria y la banca. En fin, el pequeño propietario se ve aplastado por la competencia injusta y se ve obligado a aumentar las filas de la clase proletaria, es decir, de la clase que depende de un salario para sobrevivir.

Esta tendencia dentro del capitalismo es inevitable, sobre todo, cuando hemos alcanzado un punto tan desarrollado de la etapa global del sistema capitalista, en su fase imperialista. En el capitalismo global no existe la libertad de comercio en términos de igualdad o justicia, existe la aniquilación de las clases intermedias, la acumulación de toda la riqueza social en una minoría cada vez más insignificante y la ley (literalmente legalidad) del enriquecimiento de los monopolios, así como el deterioro de la calidad de vida de la clase trabajadora. A esto se referían Marx y Engels cuando señalaban que la sociedad se dividía cada vez más en dos clases sociales, a pesar de la existencia de clases intermedias, pues estas clases se dirigen inevitablemente a su desaparición en provecho de la clase explotadora, la minoritaria y absurdamente rica, o de la clase oprimida, la mayoritaria y cada vez más miserable.

Por esto alimentar la idea del "emprendedurismo", de la competencia a pequeña escala, del apoyo a la pequeña y mediana empresa entre el proletariado es un peligro latente, pues en medida de que nada puede hacerse contra la centralización de la economía y la imposición de la ley de los monopolios (al menos, por medios meramente económicos), abogar por formas primitivas de economía del joven capitalismo o, incluso, formas precapitalistas de intercambio, es una pérdida de esfuerzo y tiempo, es un paliativo que, por el contrario, mantiene con vida el modo de producción capitalista al perpetuar las relaciones mercantiles que pueden reproducir en cualquier momento las condiciones de explotación capitalista y desvía al proletariado de su deber histórico: tomar el control de este fenómeno de centralización de la economía y organizarlo en disposición del principio de planificación científica de la producción y distribución de la riqueza social (es decir, medios político-económicos).

Todo lo anterior ha sido demostrado en los últimos años en nuestro país, donde la minoría mas insignificante de la sociedad parasita en el lujo, ya sea como un gran empresario o algún sirviente suyo operando en un partido político, sometiendo la actividad política a la voluntad de estos grandes burgueses.  Mientras que la clase baja solo se vuelve más numerosa y los pequeños negocios son desplazados por las grandes cadenas de auto servicio, comida rápida, repartición a domicilio, etc.…

Ahora, con respecto a la desaparición de esta clase de "pequeños comerciantes y empresarios", La crisis por la aparición del Covid-19 solo ha agravado este fenómeno de proletarizacion. Solo la gran burguesía, las grandes marcas y sus dueños, han sido y serán capaces de soportar el paro de las actividades laborales, mientras que la pequeña burguesía, los pequeños propietarios, se dirigen aceleradamente a su desaparición como clase, alimentando las filas de la clase proletaria o directamente al lumpenproletariado, en los casos en que su desaparición no se dé en términos materiales, dentro de un ataúd. Su desaparición se traduce, a su vez, en un fortalecimiento de los monopolios, que, sin competencia de ningún tipo, incrementan su taza de ganancia y su dominación política en todo el mundo.

El estudio marxista de la sociedad capitalista, así como sus principios prácticos han demostrado que solo la clase asalariada tiene la posibilidad de actuar en favor de la mayoría de la sociedad y acabar con los excesos del modo de producción capitalista, aboliendo la propiedad privada de los medios de producción y estableciendo una economía planificada, levantándose violentamente contra todo el orden social establecido, transformando la economía desde la raíz y no con pequeños esfuerzos individuales y autocomplacientes que nada aportan al movimiento obrero y su lucha por la emancipación.

Y hablando de pequeños esfuerzos individuales y autocomplacientes que nada aportan al movimiento obrero y su lucha por la emancipación, tendríamos que señalar, con el objetivo de preparar a la clase obrera contra las patrañas y los remedios mágicos, las ideas de "consumo local", "reactivar la economía", de los mercados artesanales o de intercambio tipo trueque como métodos de combate a la centralización de la economía capitalista y la división cada vez más severa de esta en clases, métodos que parten de una incomprensión de la totalidad del sistema capitalista de producción y su capacidad de aplastar toda resistencia que se dé en el marco de las reglas del juego capitalista.

El consumir local no se traduce en consumir productos de un mercado nacional puro, menos en un país tan sometido al capital extranjero en todas las ramas de su economía, cuando cualquier tienda abarrotera vende el arsenal básico de mercancías transnacionales, ni se traduce en algo bueno (positivo para el proletariado) cuando la relación de explotación obrero-patronal subsiste en cualquier pequeño negocio, en los restaurantes y bares, oficinas, en los mercados, boutiques, etc. esta es la economía que pretende "reactivar" la espontaneidad de las masas.

Lo mismo con la producción artesanal individual y el intercambio por trueque, tan favorecido por el acercamiento pequeño burgués anarquista o “progresista” que no podrán jamás en sus límites combatir la centralización y fortalecimiento de los grandes monopolios, el consumo de las mercancías industrialmente producidas ni la imposición violenta de la ley de los monopolios, y, menos aún sin aprovechar la tecnología industrial, lo que implica adoptar fuerzas productivas capitalistas y, necesariamente, las relaciones de producción implícitas en estas, abandonando el objetivo inicial.

Es necesario combatir activamente estas ideas que se disfrazan de remedio para los males de la sociedad capitalista actual y que en su ignorancia fortalecen el dominio del capital sobre el trabajo y resultan obstáculo para el desarrollo de la conciencia política de la clase proletaria. El cadáver ideológico de la pequeño burguesía, tanto el anarquista como el más liberal, debe ser exorcizado de la conciencia del movimiento obrero por el bien de su emancipación política efectiva.

¿Cómo debe prepararse el proletariado entonces para combatir efectivamente las injusticias derivadas de la barbarie capitalista?

El proletariado en México necesita prepararse para la dominación política, para arrebatar el poder político a la clase parasitaria, fortaleciendo primero sus órganos de combate; Fortalecer sus organizaciones sindicales y crearlas donde haga falta, tanto en número como en calidad teórica y actividad práctica, en las fábricas y oficinas, en donde quiera que exista la división obrero-patronal, reapropiándose, por los medios necesarios, de los derechos fundamentales conquistados por la sociedad burguesa, y conquistando aun nuevos logros. Crear comités de organización y combate popular que defiendan los intereses de las masas oprimidas, fomentando su alianza con el proletariado, capaces de arrebatar al estado sus funciones esenciales, preparándose para establecer su propia legalidad. Denunciar a los peligrosos ignorantes o agentes activos del capital que intenten desviar al movimiento obrero de su objetivo y desenmascarar al orden social existente en sus intentos de justificar y perpetuar su existencia. El proletariado tiene un gran trabajo por delante y, de llevar a cabo su preparación teórico-práctica adecuadamente en este periodo de crisis general del capital por venir podrá salir, con mayor probabilidad, triunfante en el choque inevitable de las clases sociales y establecer su propio orden de cosas distinto.

Víctor Messy..

 

 

martes, 12 de diciembre de 2017

La lucha de clases y la ley de seguridad interior.



La lucha de clases y la ley de seguridad interior.                                                          6/11/17

Víctor Messy
Militante, Partido Comunista de México – Guanajuato.


Durante nuestro 5to congreso nacional, el Partido Comunista de México aprobó la tesis sobre el periodo de insumisión. Dicha tesis, partiendo de un análisis extenso de datos estadísticos, señala la tendencia de la protesta y la manifestación social a intensificarse tanto en calidad (organización, objetivos, etc..) como en cantidad y que dicha tendencia guarda una estricta relación con el desarrollo de la crisis capitalista.
Para entonces se pronosticaba que esta tendencia seguiría a medida de que el gobierno federal incurriera, como le es propio, en más casos de despotismo, violencia y corrupción y, por supuesto, con el agravamiento inevitable de la crisis del capitalismo.

Casi de inmediato, la tragedia del caso Ayotzinapa, las múltiples manifestaciones contra las reformas del gobierno de Peña Nieto, los surgimientos de grupos armados de autodefensa, entre otras cosas, llegaron a confirmar la tesis aprobada en 2013.

Desde entonces hasta ahora se pueden enumerar diversos ejemplos que confirman nuevamente esta postura adoptada por nuestro partido. Tal es el caso Duarte por todos conocido, lleno de impunidad y despotismo, o el del terrible terremoto de éste año, que rápido cobró tintes políticos al exponer el nivel de rapiña, ineptitud y cinismo del que son capaces las autoridades de la república.

En cada oportunidad que han tenido los representantes del poder político oficial y sus socios de negocios de los diversos partidos políticos han demostrado que solo velan por sus intereses a costa de la explotación y miseria del pueblo mexicano.

Así, en la ante sala del año electoral (2018), la tendencia a la insumisión ha alcanzado un momento crítico que se refleja en el fortalecimiento evidente de nuestro partido y su presencia en el movimiento obrero, y en general, de la lucha de las clases explotadas y sus organizaciones. De este modo, el año que viene, por distintas causas de orden nacional e internacional, se presenta como una oportunidad histórica tanto para un bando como para el otro.

Por un lado, la clase de los explotados ha acumulado experiencia en la lucha política, legal y clandestina, que la posiciona con cierta ventaja en la lucha por venir y que le plantea la necesidad de mejoramiento y adaptación de su táctica y estrategia de confrontación política Por otro lado, la clase privilegiada pareciera estar también al tanto de la tendencia a la insumisión. No sería extraño entonces que prepare sus mecanismos de defensa para asegurar su dominio.  Por esta razón, a diferencia de los medios de comunicación, distintas ONG´s y algunos pseudo intelectuales de izquierda, a los comunistas no nos ha tomado por sorpresa la aprobación de la ley de seguridad interior el día 30 de noviembre del año en curso, que viene a ser algo así como la
confirmación final por parte del poder burgués de la tesis aprobada por nuestro partido.

Hasta ahora, a pesar de las medidas oficiales o incluso directamente ilegales y paramilitares del gobierno para aplastar a la oposición, ésta podía encontrar un espacio de legalidad que le permitía, hasta cierto grado, asegurar la integridad de sus activistas y sus estructuras, al apelar a procesos de la burocracia judicial; a los derechos plasmados en la constitución y los diferentes códigos de las entidades federativas. La aprobación de la ley de seguridad interior le entrega facultades al ejercito mexicano no solo de colaborar, sino de suplantar al mando policiaco en actividades de inteligencia y aplicación de la ley lo cual incluye por supuesto la intervención del ejercito en manifestaciones que el ejecutivo considere “violentas”. Estamos hablando de la militarización oficial del país.

Al erradicar el espacio de legalidad de la manifestación del descontento social, las clases dominantes han colocado en el escenario político al ejercito, con todo su poder de fuego y su posición por encima de la ley frente a las clases explotadas.

Las clases en el poder reconocen en la organización de los explotados un peligro para su hegemonía y han optado por declarar la guerra a este peligro inminente. El objetivo no es solo reprimir la protesta social, sino, aplastar cualquier intento inmediato o futuro de insurrección contra el orden establecido.

Con el circo electoral desplegándose y con el agravamiento inevitable de la crisis capitalista mundial esto que acontece hoy es probablemente el comienzo de una fase crítica y crucial de la confrontación entre las clases sociales en nuestro país. Veremos a las clases dominantes afilar y movilizar sus mecanismos de defensa de su hegemonía sin piedad y con total impunidad como ha ocurrido tantas veces en la historia de la nación.

La clase de los trabajadores explotados de México no puede ni dejarse intimidar ni quedarse atrás, frente a la amenaza latente de un recrudecimiento de la lucha de clases debe también refinar y consolidar sus armas de confrontación política.
El Partido Comunista de México, como el dispositivo de confrontación más sofisticado y revolucionario del que disponen los oprimidos, deberá consolidar su posición como vanguardia efectiva del movimiento obrero de nuestro país.

Si queremos que las cosas cambien nuestra clase debe reconocer a sus enemigos justo como ellos han reconocido en la organizacilases sociales en nuestro país. ptada por                  ajadora y de aprovechar efetivamente el escenarido en la organizaciacón política de nuestra clase la inevitable bancarrota de su régimen.

El recrudecimiento de la lucha de clases implica el retroceso de la ideología burguesa en la batalla por la conciencia de la clase trabajadora y de aprovechar efectivamente el escenario político venidero, nuestro partido habrá dado un inmenso paso hacia delante en su objetivo político esencial: La construcción del poder obrero y popular y el despliegue de la economía socialista.

“Trabajadores de México, únanse!


domingo, 2 de julio de 2017

Sobre tiros y jalones



Sobre tiros y jalones.

El siguiente texto pretende responder de manera crítica las ideas expuestas en el artículo titulado “El último jalón” publicado en el periódico digital SDPnoticias el sábado 1° de  julio del 2017  a las 17:38.

¿Por qué he escogido particularmente éste texto? En vísperas del teatro improvisado sexenal llamado “Proceso electoral” a celebrase en nuestro país es necesario más que nunca la reflexión política, particularmente en torno de los mal asumidos “protagonistas” políticos del circo antes mencionado para poder poner en perspectiva clara los mecanismos que permiten toda la estructura del poder político nacional.

Y es que  el artículo citado, escrito por un militante activo de MORENA es rico en contenidos desmontables, nos da un hilo suelto que nos permite casi por inercia deshilachar su envoltura y que permite una exposición inclusive didáctica de un fetichismo por la legalidad y un mesianismo estéril que ha permeado a la izquierda nacional (en su mayoría) desde tiempos de la guerra fría.
Comenzaré citando el principio:

“En los últimos días el líder de MORENA en un nuevo spot anima a sus simpatizantes para aguantar  lo que él llama el “último jalón”. Y se refiere precisamente a la nueva jornada electoral que está por venir en el 2018. Los motiva a prepararse para la grande, para la que seguramente será la “última vez” que  Andrés Manuel  participe como candidato a la presidencia de la república, y nuevamente será el “Peje” contra “la mafia del poder”, pero ahora ¿quiénes integran o forma parte de ese grupo del que  tanto habla Obrador en cada uno de sus discursos? y  ¿qué nueva estrategia manejarán para alcanzar a Morena rumbo a la silla del águila?”

Aquí se hace una clara referencia al fraude electoral montado por el PAN en 2006, una muy dura lección para la izquierda nacional. Lo que parece no tener presente el autor, y a su vez, la inmensa mayoría de la militancia de MORENA es que, como diría Marx;  la historia se repite primero como tragedia y después como farsa. ¿A que me refiero con esto? Quisiera citar un extracto de un magnífico artículo digital que hace referencia a esta frase de Marx encontrada en el “Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte”.

“La idea básica de Marx en esa figura retórica de la doble aparición de los fenómenos… es que el paso del tiempo, de la historia, es impiadoso con las manifestaciones que no están ajustadas a su época. En la deriva rápida de la historia unas décadas de atraso, una falta de reconocimiento del cambio de las circunstancias, lleva al enmohecimiento y al ridículo. Lo que antes eran prácticas y creencias llenas de vitalidad se convierten en rituales vacíos hablados en un lenguaje muerto. Lo que nos evocaba horizontes al alcance de la mano, llenos de significado, pasa a ser una árida y deslucida expresión que solo produce incomodidad, falsa emoción o, directamente, risa. Y la risa será mayor en proporción a la enormidad de la tragedia y la épica que la antecede, porque esa es también una regla de la dialéctica,” (link del artículo al final)


¿Por qué me he molestado en explicar con esta cita la figura retórica de Marx? Y además, ¿Qué tiene que ver con el tema que nos trae a cuento? Andrés Manuel es el heredero de una tendencia que tiene sus raíces en las luchas políticas del siglo pasado, un conjunto de ideas acusadas de “populistas” por sus opositores en años recientes por jurar cierta “lealtad” (aparente) a los sectores desfavorecidos de la sociedad, es decir, no es solo el candidato el protagonista de la contienda, de algún modo es lo que representa y viene cargando lo que le da el apoyo de las masas  y ha determinado la configuración de su personalidad política (a lo que el autor referirá en el texto como “obradorismo”),  lo que permite además la movilización de las masas y el desenvolvimiento político mencionado. En el 2006, en la elección, se había alcanzado un punto crítico de éste movimiento, impulsado por el descontento real y palpable de las masas, la victoria era segura y esto era un reflejo claro del despertar de una conciencia dormida, al menos, en pos de la lucha por reivindicaciones inmediatas y democráticas.
Pero claro, el orden político económico se las ingenió, a penas con esfuerzo, para impedir este triunfo electoral dando a luz  al movimiento regeneración nacional.

¿Qué aprendió la izquierda política de este enfrentamiento? Ésta ha sido una lección que está presente en la historia de la izquierda y el movimiento obrero internacional: nuestro sistema político y el orden económico de explotación y miseria que le da sustento no conocen de ética ni de democracia y no van a dudar en llegar a las últimas consecuencias para mantenerse con vida.


¿De qué manera sugiere ahora MORENA partido resolver los síntomas del modelo neoliberal que con tanta pasión ataca? ¿Cuál es la táctica de lucha política posterior al golpe de estado en 2006? No es un secreto que el partido se propone una transformación política pacífica de las relaciones entre estado, iniciativa privada y gobernados que una vez iniciada por el partido en el poder  garantizara la “justicia y paz social”. En resumidas cuentas, ha pasado totalmente por alto la lección tan dura y clara del 2006, y ya sea por ingenuidad política o la intención deliberada de permitir la existencia del sistema económico político vigente se ha petrificado en su estrategia electoral pacífica.

“Lo que nos evocaba horizontes al alcance de la mano, llenos de significado, pasa a ser una árida y deslucida expresión que solo produce incomodidad, falsa emoción o, directamente, risa.” Lo que primero fue una expresión de la conciencia política espabilándose, organizándose ahora pretende estamparse contra la pared del ridículo y la farsa.

Y es que un partido político de oposición que se respete comprende la necesidad de la constante transformación y cuestionamiento de las tácticas de lucha, un partido político competente para guiar a las masas a su emancipación procura una adaptación constante a las formas de lucha emergentes y a los cambios contingentes de la acción además claro de una lealtad completa hacia las clases desfavorecidas: “En la deriva rápida de la historia unas décadas de atraso, una falta de reconocimiento del cambio de las circunstancias, lleva al enmohecimiento y al ridículo.”
Pero volvamos con el autor:

“…PAN y PRD ya tienen armado su plan de contingencia contra el obradorismo a lo que llamaron Frente Amplio Opositor,  disfrazado como un movimiento para frenar y confrontar al PRI en la contienda del 2018. Y aunque Barrales abrió la invitación hacia el líder de Morena para unirse y someterse a un proyecto que pretende mantener el mismo sistema político y económico [NOTA: ¿Acaso Andrés Manuel se ha planteado realmente la transformación del sistema económico? Deberíamos pedir al autor una cita clara], sabemos perfectamente que Andrés Manuel no tomará partido en una alianza tan insípida donde la ultraderecha nacional forma pactos tan aberrantes con quienes tendrían que estar a favor de las garantías de los ciudadanos por el valioso hecho de ser personas siendo esto un principio fundamental de la izquierda o por lo menos eso debería ser.”

En la estructura de todo el texto, podemos encontrar momentos como el de la parte final de ésta cita donde el autor pareciera querer escapar del molde de pensamiento adoptado por los militantes de MORENA, como si se tratase de un estornudo o algún otro impulso involuntario, y es que tal parece que él mismo no conoce bien a su partido:

 ¿Andrés Manuel no tomaría partido en una alianza insípida de ultraderecha? como se pondría el autor al saber que en  el consejo consultivo de la campaña de Andrés Manuel para las elecciones del  2018 destacan los nombres de Fastlicht Sackler (suegro del presidente de Grupo Televisa), Miguel Torruco (secretario de turismo de la CDMX y consuegro de Carlos Slim), además de Esteban Moctezuma, presidente ejecutivo de Fundación Azteca (¡!) ¿Diría el autor que estás son alianzas con burgueses de ultraizquierda? Tal vez ellos no sean lo suficientemente insípidos para quien escribe.
Y claro parece también desconocer totalmente los casos de conocidos corruptos, “absueltos” por Andrés Manuel “Pontífice” Obrador en persona, que salen de partidos como el PRI o el PAN y  que se integran, sin consulta de sus bases, a la “militancia”.

La formación de un partido político de oposición es sumamente difícil. Al nacer en condiciones generalmente adversas solo la gente genuina y verdaderamente fiel al programa del partido se queda a construir las bases y cuando éste ha madurado, y si es verdaderamente revolucionario, aprende a mantener a raya a los oportunistas y parásitos que intentan filtrarse cuando lo más difícil de la construcción partidaria ya ha pasado. Pero MORENA no solo no ha prevenido esto, sino que ha dejado las puertas abiertas de par en par a los elementos oportunistas y a los parásitos de que pertenecen al sector de los explotadores; empresarios, servidores públicos y demás escoria.
Sigamos con nuestro autor:

“Morena tiene un camino muy turbulento rumbo a la que puede ser la buena, y está cometiendo muchos  errores que le han de costar  votos e incluso la confianza que se ha ganado en los últimos meses.”

Nuevamente, un destello de conciencia brotando de nuestro autor.

 “Y es precisamente el caudillismo de López Obrador uno de esos factores, pues en las filas del este partido no existe otra figura más sobresaliente o que genere la misma empatía y convocatoria como lo hace el peje. (Nuevamente en lo correcto). Un vivo ejemplo fue la contienda en el Estado de México donde la maestra Delfina tenía que recurrir a la presencia del presidente de Morena para poder levantar la campaña, que si bien, hay que reconocer que la maestra también produce cierta confianza en el electorado, no fue suficiente para hacerle frente a la ambiciosa y bien controlada campaña de Alfredo del Mazo, debido a que como en otros escenarios, Morena no ha aprendido que sola no va a poder contra esa mafia que tanto menciona, necesita redefinir su estrategia política en una alianza con los partidos que son clave en la izquierda, que  hagan más fuerte a AMLO en las cámaras (considerando que gane la presidencia), que sean parte importante en el porcentaje entre ganar, perder o conseguir un empate técnico.

Quisiera detenerme nuevamente aquí donde pareciera que el autor responde a mi exigencia de la dinamización de la táctica partidista y fijar la atención del lector en las últimas palabras:

“Morena no ha aprendido que sola no va a poder contra esa mafia que tanto menciona, necesita redefinir su estrategia política en una alianza con los partidos que son clave en la izquierda”
¿Y exactamente con cual partido de izquierda pretende el autor que MORENA forme una alianza? ¿El PT?, ¿Tal vez el PRD?, ¿Ha surgido una nueva potencia partidaria electorera y el país no se dio cuenta? El autor lo tiene claro, MORENA sola “no va a poder contra esa mafia” y pareciera que  elevara el vuelo a formas de crítica partidista más arriesgadas, pero de pronto, se le ocurre que para no combatir a esta mafia “sola” MORENA debe aliarse con Partidos políticos sin especificar. Si se refiere a los partidos oficialmente registrados, menudo remedio, se traduce entonces como un llamado a la necesidad de aliarse con otras mafias partido, que no son más que apéndices purulentas del sistema electoral podrido. Si se refiere a partidos no oficiales, MORENA ya cuenta con una cola bastante larga de “partidos políticos” de este tipo de “izquierda”, incluso así llamados marxistas, que reproducen las formas enmohecidas de la política de MORENA.

Pero el colmo de la paradoja es  lo siguiente, la continuación de la explicación de su remedio mágico: “…que  hagan más fuerte a AMLO en las cámaras (considerando que gane la presidencia), que sean parte importante en el porcentaje entre ganar, perder o conseguir un empate técnico.”
Para el autor, la cura para el caudillismo protagonista de AMLO es precisamente ¡reforzar su presencia en las cámaras (¿?), reafirmar su protagonismo y de este modo, el estatismo de su militancia inerte! El apoyo de estos partidos de izquierda (de donde quiera que pretenda sacarlos el autor) para la contienda meramente electoral.

Por último, quisiera plasmar aquí la conclusión de su artículo:

“En este último jalón no se puede permitir o darse el lujo de valentonadas, si el sr López realmente quiere llevar a cabo su proyecto de nación (Nuevamente, el reduccionismo protagónico presente), tiene que conseguir el gane sin generar dudas y con un amplio margen de votos entre él y cualquier otro candidato, de otra manera ya tiene una crónica de una derrota anunciada y quien lo sabe perfectamente es Acción Nacional, quien está dispuesto a abandonar sus lineamientos más puritanos para alcanzar el poder a como dé lugar(y por última vez, el autor está en lo cierto respecto a Acción nacional), sin importar con quien genere alianzas, al final “haiga sido como haiga sido” lo que importa no es sacar al PRI, sino debilitar a Morena en lo moral como en lo político, y tienen un largo año para lograrlo, es un tarea no muy difícil, porque saben cómo hacerlo y hacerlo muy bien.”

Y el autor no debería dudar en sus últimas  palabras coherentes expresadas aquí ni un momento si quiere conservar la poca lucidez política que manifiesta en esta propaganda mesiánica, porque tal vez en el futuro esto lo lleve a nuevos caminos “inexplorados” por la izquierda mexicana fosilizada, entreguista y conciliadora.

Hoy en día, a 11 años justamente de la derrota de la izquierda en la trinchera electoral, la sociedad mexicana se ha transformado considerablemente en lo que respecta a la comunicación y la tecnología (y claro, la contienda política), Andrés Manuel, paradójicamente, a resultado favorecido por la campaña de desprestigio contra él pues en gran parte ha hecho de él el candidato más popular para las elecciones del 2018 (también en gran parte, favorecido por la ignorancia y apatía aun dominante en las masas, pues un gran porcentaje de la población ni siquiera conoce a los demás candidatos) ya que como es bien sabido, no hay mala publicidad, solo publicidad. Sumando a esto el hecho de que la dirección del partido no ha vacilado en aliarse con elementos de la burguesía para asegurar su candidatura  tenemos como resultado un panorama tal vez no del todo claro respecto a los resultados electorales pero bastante predecible para cualquiera suficientemente espabilado políticamente: más del mismo circo electorero que nada cambia y nada cambiará.

Existe una realidad social a la que los políticos e intelectuales de MORENA parecieran no querer atender: Vivimos en una sociedad capitalista dividida en clases sociales y si las clases explotadas quieren proponerse seriamente como programa político la transformación de las relaciones económico-políticas que permiten la explotación y la miseria deben desplegar un programa revolucionario capaz de superar los prejuicios morales actuales y fosilizados en el tiempo, perpetuados por el sistema cultural que justifica el status quo capitalista; deben desenmascarar a la socialdemocracia  de “izquierda” representada por MORENA como un partido aliado a los intereses de las clases explotadoras, ya sea por ingenuidad política o  por simple y llano oportunismo.

-Víctor Messy
Artículo original:
Artículo sobre la frase de Marx: