domingo, 2 de julio de 2017

Sobre tiros y jalones



Sobre tiros y jalones.

El siguiente texto pretende responder de manera crítica las ideas expuestas en el artículo titulado “El último jalón” publicado en el periódico digital SDPnoticias el sábado 1° de  julio del 2017  a las 17:38.

¿Por qué he escogido particularmente éste texto? En vísperas del teatro improvisado sexenal llamado “Proceso electoral” a celebrase en nuestro país es necesario más que nunca la reflexión política, particularmente en torno de los mal asumidos “protagonistas” políticos del circo antes mencionado para poder poner en perspectiva clara los mecanismos que permiten toda la estructura del poder político nacional.

Y es que  el artículo citado, escrito por un militante activo de MORENA es rico en contenidos desmontables, nos da un hilo suelto que nos permite casi por inercia deshilachar su envoltura y que permite una exposición inclusive didáctica de un fetichismo por la legalidad y un mesianismo estéril que ha permeado a la izquierda nacional (en su mayoría) desde tiempos de la guerra fría.
Comenzaré citando el principio:

“En los últimos días el líder de MORENA en un nuevo spot anima a sus simpatizantes para aguantar  lo que él llama el “último jalón”. Y se refiere precisamente a la nueva jornada electoral que está por venir en el 2018. Los motiva a prepararse para la grande, para la que seguramente será la “última vez” que  Andrés Manuel  participe como candidato a la presidencia de la república, y nuevamente será el “Peje” contra “la mafia del poder”, pero ahora ¿quiénes integran o forma parte de ese grupo del que  tanto habla Obrador en cada uno de sus discursos? y  ¿qué nueva estrategia manejarán para alcanzar a Morena rumbo a la silla del águila?”

Aquí se hace una clara referencia al fraude electoral montado por el PAN en 2006, una muy dura lección para la izquierda nacional. Lo que parece no tener presente el autor, y a su vez, la inmensa mayoría de la militancia de MORENA es que, como diría Marx;  la historia se repite primero como tragedia y después como farsa. ¿A que me refiero con esto? Quisiera citar un extracto de un magnífico artículo digital que hace referencia a esta frase de Marx encontrada en el “Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte”.

“La idea básica de Marx en esa figura retórica de la doble aparición de los fenómenos… es que el paso del tiempo, de la historia, es impiadoso con las manifestaciones que no están ajustadas a su época. En la deriva rápida de la historia unas décadas de atraso, una falta de reconocimiento del cambio de las circunstancias, lleva al enmohecimiento y al ridículo. Lo que antes eran prácticas y creencias llenas de vitalidad se convierten en rituales vacíos hablados en un lenguaje muerto. Lo que nos evocaba horizontes al alcance de la mano, llenos de significado, pasa a ser una árida y deslucida expresión que solo produce incomodidad, falsa emoción o, directamente, risa. Y la risa será mayor en proporción a la enormidad de la tragedia y la épica que la antecede, porque esa es también una regla de la dialéctica,” (link del artículo al final)


¿Por qué me he molestado en explicar con esta cita la figura retórica de Marx? Y además, ¿Qué tiene que ver con el tema que nos trae a cuento? Andrés Manuel es el heredero de una tendencia que tiene sus raíces en las luchas políticas del siglo pasado, un conjunto de ideas acusadas de “populistas” por sus opositores en años recientes por jurar cierta “lealtad” (aparente) a los sectores desfavorecidos de la sociedad, es decir, no es solo el candidato el protagonista de la contienda, de algún modo es lo que representa y viene cargando lo que le da el apoyo de las masas  y ha determinado la configuración de su personalidad política (a lo que el autor referirá en el texto como “obradorismo”),  lo que permite además la movilización de las masas y el desenvolvimiento político mencionado. En el 2006, en la elección, se había alcanzado un punto crítico de éste movimiento, impulsado por el descontento real y palpable de las masas, la victoria era segura y esto era un reflejo claro del despertar de una conciencia dormida, al menos, en pos de la lucha por reivindicaciones inmediatas y democráticas.
Pero claro, el orden político económico se las ingenió, a penas con esfuerzo, para impedir este triunfo electoral dando a luz  al movimiento regeneración nacional.

¿Qué aprendió la izquierda política de este enfrentamiento? Ésta ha sido una lección que está presente en la historia de la izquierda y el movimiento obrero internacional: nuestro sistema político y el orden económico de explotación y miseria que le da sustento no conocen de ética ni de democracia y no van a dudar en llegar a las últimas consecuencias para mantenerse con vida.


¿De qué manera sugiere ahora MORENA partido resolver los síntomas del modelo neoliberal que con tanta pasión ataca? ¿Cuál es la táctica de lucha política posterior al golpe de estado en 2006? No es un secreto que el partido se propone una transformación política pacífica de las relaciones entre estado, iniciativa privada y gobernados que una vez iniciada por el partido en el poder  garantizara la “justicia y paz social”. En resumidas cuentas, ha pasado totalmente por alto la lección tan dura y clara del 2006, y ya sea por ingenuidad política o la intención deliberada de permitir la existencia del sistema económico político vigente se ha petrificado en su estrategia electoral pacífica.

“Lo que nos evocaba horizontes al alcance de la mano, llenos de significado, pasa a ser una árida y deslucida expresión que solo produce incomodidad, falsa emoción o, directamente, risa.” Lo que primero fue una expresión de la conciencia política espabilándose, organizándose ahora pretende estamparse contra la pared del ridículo y la farsa.

Y es que un partido político de oposición que se respete comprende la necesidad de la constante transformación y cuestionamiento de las tácticas de lucha, un partido político competente para guiar a las masas a su emancipación procura una adaptación constante a las formas de lucha emergentes y a los cambios contingentes de la acción además claro de una lealtad completa hacia las clases desfavorecidas: “En la deriva rápida de la historia unas décadas de atraso, una falta de reconocimiento del cambio de las circunstancias, lleva al enmohecimiento y al ridículo.”
Pero volvamos con el autor:

“…PAN y PRD ya tienen armado su plan de contingencia contra el obradorismo a lo que llamaron Frente Amplio Opositor,  disfrazado como un movimiento para frenar y confrontar al PRI en la contienda del 2018. Y aunque Barrales abrió la invitación hacia el líder de Morena para unirse y someterse a un proyecto que pretende mantener el mismo sistema político y económico [NOTA: ¿Acaso Andrés Manuel se ha planteado realmente la transformación del sistema económico? Deberíamos pedir al autor una cita clara], sabemos perfectamente que Andrés Manuel no tomará partido en una alianza tan insípida donde la ultraderecha nacional forma pactos tan aberrantes con quienes tendrían que estar a favor de las garantías de los ciudadanos por el valioso hecho de ser personas siendo esto un principio fundamental de la izquierda o por lo menos eso debería ser.”

En la estructura de todo el texto, podemos encontrar momentos como el de la parte final de ésta cita donde el autor pareciera querer escapar del molde de pensamiento adoptado por los militantes de MORENA, como si se tratase de un estornudo o algún otro impulso involuntario, y es que tal parece que él mismo no conoce bien a su partido:

 ¿Andrés Manuel no tomaría partido en una alianza insípida de ultraderecha? como se pondría el autor al saber que en  el consejo consultivo de la campaña de Andrés Manuel para las elecciones del  2018 destacan los nombres de Fastlicht Sackler (suegro del presidente de Grupo Televisa), Miguel Torruco (secretario de turismo de la CDMX y consuegro de Carlos Slim), además de Esteban Moctezuma, presidente ejecutivo de Fundación Azteca (¡!) ¿Diría el autor que estás son alianzas con burgueses de ultraizquierda? Tal vez ellos no sean lo suficientemente insípidos para quien escribe.
Y claro parece también desconocer totalmente los casos de conocidos corruptos, “absueltos” por Andrés Manuel “Pontífice” Obrador en persona, que salen de partidos como el PRI o el PAN y  que se integran, sin consulta de sus bases, a la “militancia”.

La formación de un partido político de oposición es sumamente difícil. Al nacer en condiciones generalmente adversas solo la gente genuina y verdaderamente fiel al programa del partido se queda a construir las bases y cuando éste ha madurado, y si es verdaderamente revolucionario, aprende a mantener a raya a los oportunistas y parásitos que intentan filtrarse cuando lo más difícil de la construcción partidaria ya ha pasado. Pero MORENA no solo no ha prevenido esto, sino que ha dejado las puertas abiertas de par en par a los elementos oportunistas y a los parásitos de que pertenecen al sector de los explotadores; empresarios, servidores públicos y demás escoria.
Sigamos con nuestro autor:

“Morena tiene un camino muy turbulento rumbo a la que puede ser la buena, y está cometiendo muchos  errores que le han de costar  votos e incluso la confianza que se ha ganado en los últimos meses.”

Nuevamente, un destello de conciencia brotando de nuestro autor.

 “Y es precisamente el caudillismo de López Obrador uno de esos factores, pues en las filas del este partido no existe otra figura más sobresaliente o que genere la misma empatía y convocatoria como lo hace el peje. (Nuevamente en lo correcto). Un vivo ejemplo fue la contienda en el Estado de México donde la maestra Delfina tenía que recurrir a la presencia del presidente de Morena para poder levantar la campaña, que si bien, hay que reconocer que la maestra también produce cierta confianza en el electorado, no fue suficiente para hacerle frente a la ambiciosa y bien controlada campaña de Alfredo del Mazo, debido a que como en otros escenarios, Morena no ha aprendido que sola no va a poder contra esa mafia que tanto menciona, necesita redefinir su estrategia política en una alianza con los partidos que son clave en la izquierda, que  hagan más fuerte a AMLO en las cámaras (considerando que gane la presidencia), que sean parte importante en el porcentaje entre ganar, perder o conseguir un empate técnico.

Quisiera detenerme nuevamente aquí donde pareciera que el autor responde a mi exigencia de la dinamización de la táctica partidista y fijar la atención del lector en las últimas palabras:

“Morena no ha aprendido que sola no va a poder contra esa mafia que tanto menciona, necesita redefinir su estrategia política en una alianza con los partidos que son clave en la izquierda”
¿Y exactamente con cual partido de izquierda pretende el autor que MORENA forme una alianza? ¿El PT?, ¿Tal vez el PRD?, ¿Ha surgido una nueva potencia partidaria electorera y el país no se dio cuenta? El autor lo tiene claro, MORENA sola “no va a poder contra esa mafia” y pareciera que  elevara el vuelo a formas de crítica partidista más arriesgadas, pero de pronto, se le ocurre que para no combatir a esta mafia “sola” MORENA debe aliarse con Partidos políticos sin especificar. Si se refiere a los partidos oficialmente registrados, menudo remedio, se traduce entonces como un llamado a la necesidad de aliarse con otras mafias partido, que no son más que apéndices purulentas del sistema electoral podrido. Si se refiere a partidos no oficiales, MORENA ya cuenta con una cola bastante larga de “partidos políticos” de este tipo de “izquierda”, incluso así llamados marxistas, que reproducen las formas enmohecidas de la política de MORENA.

Pero el colmo de la paradoja es  lo siguiente, la continuación de la explicación de su remedio mágico: “…que  hagan más fuerte a AMLO en las cámaras (considerando que gane la presidencia), que sean parte importante en el porcentaje entre ganar, perder o conseguir un empate técnico.”
Para el autor, la cura para el caudillismo protagonista de AMLO es precisamente ¡reforzar su presencia en las cámaras (¿?), reafirmar su protagonismo y de este modo, el estatismo de su militancia inerte! El apoyo de estos partidos de izquierda (de donde quiera que pretenda sacarlos el autor) para la contienda meramente electoral.

Por último, quisiera plasmar aquí la conclusión de su artículo:

“En este último jalón no se puede permitir o darse el lujo de valentonadas, si el sr López realmente quiere llevar a cabo su proyecto de nación (Nuevamente, el reduccionismo protagónico presente), tiene que conseguir el gane sin generar dudas y con un amplio margen de votos entre él y cualquier otro candidato, de otra manera ya tiene una crónica de una derrota anunciada y quien lo sabe perfectamente es Acción Nacional, quien está dispuesto a abandonar sus lineamientos más puritanos para alcanzar el poder a como dé lugar(y por última vez, el autor está en lo cierto respecto a Acción nacional), sin importar con quien genere alianzas, al final “haiga sido como haiga sido” lo que importa no es sacar al PRI, sino debilitar a Morena en lo moral como en lo político, y tienen un largo año para lograrlo, es un tarea no muy difícil, porque saben cómo hacerlo y hacerlo muy bien.”

Y el autor no debería dudar en sus últimas  palabras coherentes expresadas aquí ni un momento si quiere conservar la poca lucidez política que manifiesta en esta propaganda mesiánica, porque tal vez en el futuro esto lo lleve a nuevos caminos “inexplorados” por la izquierda mexicana fosilizada, entreguista y conciliadora.

Hoy en día, a 11 años justamente de la derrota de la izquierda en la trinchera electoral, la sociedad mexicana se ha transformado considerablemente en lo que respecta a la comunicación y la tecnología (y claro, la contienda política), Andrés Manuel, paradójicamente, a resultado favorecido por la campaña de desprestigio contra él pues en gran parte ha hecho de él el candidato más popular para las elecciones del 2018 (también en gran parte, favorecido por la ignorancia y apatía aun dominante en las masas, pues un gran porcentaje de la población ni siquiera conoce a los demás candidatos) ya que como es bien sabido, no hay mala publicidad, solo publicidad. Sumando a esto el hecho de que la dirección del partido no ha vacilado en aliarse con elementos de la burguesía para asegurar su candidatura  tenemos como resultado un panorama tal vez no del todo claro respecto a los resultados electorales pero bastante predecible para cualquiera suficientemente espabilado políticamente: más del mismo circo electorero que nada cambia y nada cambiará.

Existe una realidad social a la que los políticos e intelectuales de MORENA parecieran no querer atender: Vivimos en una sociedad capitalista dividida en clases sociales y si las clases explotadas quieren proponerse seriamente como programa político la transformación de las relaciones económico-políticas que permiten la explotación y la miseria deben desplegar un programa revolucionario capaz de superar los prejuicios morales actuales y fosilizados en el tiempo, perpetuados por el sistema cultural que justifica el status quo capitalista; deben desenmascarar a la socialdemocracia  de “izquierda” representada por MORENA como un partido aliado a los intereses de las clases explotadoras, ya sea por ingenuidad política o  por simple y llano oportunismo.

-Víctor Messy
Artículo original:
Artículo sobre la frase de Marx:

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